domingo, 12 de septiembre de 2021

Duna

La hoguera chisporrotea, la madera sigue húmeda. No ha sido buena idea coger lo que devuelve el mar.
Las dunas nos camuflan del rugido del mar y el aullido de viento. 

El espectáculo está en el cielo, las centellas corretean por el manto de estrellas, descontroladas aprovechándose de la luna nueva. 
Traviesas y salvajes. 
Como mis pensamientos.

 Me acomodo, jugueteo con un dedo en la arena, me pierdo en la hoguera. Sus ascuas me llevan a otro plano, es hipnótico. Cuasi mágico. 

Tras la catarsis reacciono. Su risa, su mano trenzando mi pelo y la calidez de su voz me vuelven a postrar en esta duna.

Llevamos horas olvidados y el alba amenaza con descubrirnos. 
Es hora de irse.
Ella volverá a flotar en sus aguas, yo a vagar por el Faro.

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